domingo, 4 de octubre de 2009

Frank Lloyd Wright


Anna Lloyd lo tenía muy claro,sabía que su hijo tenía que ser arquitecto; colocó en su habitación diez grabados antiguos de catedrales, y le regalo un juego de bloques ideado por Froebel,que compró en la exposición universal.(Froebel desarrolló una serie de juegos y actividades que llamó: regalos y ocupaciones ."Los regalos llevan al descubrimiento; la ocupación al invento. Los regalos conducen al entendimiento; la ocupación ofrece poder"). Frank Lloyd Wright estaba fascinado por los bloques y por las formas geométricas que experimentó de niño. La casa de la Cascada o casa Kaufmann (en inglés: Fallingwater) es un ejemplo de que Anna Lloyd lo tenía muy claro

1 comentario:

  1. Muy interesante el post, aunque algunos piensan que ese tipo de juguetes en vez de potenciar la creatividad, la anulan. Adjunto el enlace a un breve post sobre las ideas de Bernard Rudofsky al respecto por si a alguienle interesa echarle una ojeada:
    http://bailarsobrearquitectura.wordpress.com/2014/02/21/juegos-de-ninos/
    Saludos,
    Iago López

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